14.4.08

Vásconez revisited

Vinieron por primera vez a Quito en 2004. En cuerpo y alma de tinta.

Para quienes siguen con atención las formas como los escritores van imaginando el mundo y descubriéndonos nuevos ángulos para percibirlo y asumirlo, esa fue una visita grata, pero sobre todo inesperada. No sólo para los vecinos ecuatorianos que constataron el hecho: también para todos aquellos que se interesan por el discurrir de la creación literaria y su mix-creativo. Sí se lo piensa de nuevo, ese gesto, el de la invitación, incluso ahora, a casi cuatro años de ese arribo, resulta inimaginable.

Pues no es nada común juntar a un tiempo y en un mismo paisaje a cinco personalidades diversas, intrincadas, contradictorias como apasionantes, que, de normal, quizá por la apropiación y abusos universitarios cometidos con sus obras, parecían haberse alejado ya del mundo mortal donde se traman y tranzan las pasiones y afanes de las gentes, y haberse asentado a gusto en las enciclopedias, los manuales de estudio y la irreprochable admiración de los lectores de varias generaciones.

Cinco fueron los viajeros que llegaron a Quito en 2004: Conrad, Kafka, Colette, Faulkner y Navokov. Los convidó Javier Vásconez; fue él el de la idea y el que se encargó de contactarlos y convencerlos para que fueran a pasear sus destinos por tierras ecuatoriales. Él les diseñó un plan para su recorrido por la ciudad y se encargó así mismo de ponerles en contacto con sus pares ecuatorianos y sus admiradores. Un libro de relatos, “Invitados de honor”, da testimonio fictivo de esa célebre visita.

Los ejemplares de ese singular testimonio están agotados. En estos días sale al mercado una nueva edición del libro. Los invitados de Váscones, los mismos cinco de hace cuatro años, están por tanto de vuelta, a visitar a su autor en la ciudad enclavada en los Andes.


El martes 15, de abril, a las 19.00 horas, en la casa matriz de Libri-Mundi (en calle Juan León Mera), Javier Vásconez dialogará con los periodistas Juan Carlos Moya (de Diario Hoy) y Gonzalo Maldonado (de El Comercio) sobre este libro Invitados de honor que acaba de ser reeditado.
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Cecilia Ansaldo Invitados de honor en una ciudad andina
Christopher Domínguez sobre Invitados de honor
Rafael Conte (en Babelia de El Pais) El viajero de Quito

4 comentarios:

K-OZ dijo...

y eso que no sabían que Homero llegó también una vez a Quito, pero aquel de los Simpson
qué gran literatura tenemos y qué cosmopolita en la quito comarca
literaria de los pelucones...

Victor dijo...

Estimado Diego Velasco,
Para imaginar vidas vividas o no, arribos o partidas a Quito o hacia cualquier otro sitio del planeta, tenemos tu, yo y cualquier persona la libertad del mundo — y con ella las letras del alfabeto a nuestra disposición.

(Siguiéndote la corriente:) No sabía que Ulises, el de los Simpson, había llegado a Quito (si no es así, no estaría nada mal imaginarle un capítulo por esas tierras). Sí sé, en cambio, que el Ulises de Homero no llegó a Quito pero sí uno que tiene que ver con él, concretamente con el fantasma de Eneas — no el Eneas de la tiras cómicas sino el del Troyano, el de la Eneida que, al menos para mi asombro, tomó forma en las calles de Quito. Sí, como tú lo sabes, la versión más destacada en lengua castellana del libro de Pluvio Virgilio Maron, la Eneida, escrito entre el 29 y el 19 a.C., la hizo el quiteño Aurelio Espinoza Pólit. Pues sí, este cura nos dejó literatura cosmopolita de todos y para todos los tiempos (como lo hiciera por su parte el quiteño Francisco Alexander, con la obra entera de Walt Whitman, Jorge Carrera Andrade con su propia creación y sus trabajos de traducción o, con calmo caos, en poemas dispersos, el guayaquileño Hugo Mayo y otros que no recuerdo). Así que, como te podrás dar cuenta, aspirar a representar el planeta en letras desde nuestros lares, es, al menos por tradición, plenamente factible.

Entablar diálogo con obras, personas o personajes de la literatura que apreciamos, venga ésta de donde venga, es el derecho que cada lector y escritor tiene para sí. De la manera como un autor se relaciona con otras literaturas (asumiéndolas o no, para transformarlas y darles continuidad) nos dan cuenta su escritura y las proyecciones que ella provoca o limita. Vásconez ha hecho su trabajo, ha publicado un libro que, como todo trabajo literario, está abierto a la crítica. Nos toca ahora a los lectores aguzar el ojo y poner a prueba nuestra capacidad como lectores. Si esta obra de Vásconez te parece que es es un pretendido cosmopilismo en “el Quito de comarca”, pues bien, esa es tu lectuta. Si de ella nos pudieras acercar un par de argumentos, la conversación se volvería interesante, o, sencillamente, se volvería conversación. Como sabes, en literatura, las expresiones meramente anímicas, no dicen nada.

Va un saludo cordial.

EL BUHO ANDINO dijo...

bien vitorius
no te pongas solemne
ya no te acuerdas de nuestra época
del matapiojo ?

sentido del humor que es parte de nuestra tradición, también se impone ahora, mi querido vitorius

cuánta obra en ecuador es valiosa
y no es conocida
y otra la de ciertos pelucones
así PELUCONES con mayúscula porque yo tengo derecho de contradecir las versiones oficiales y de oficina de los medios;
aquella que se difunde
con el apoyo de mussos y corifeos
comarquianos, yo tengo toda la
opción de vertir un comentario
que contradice y subierte
el orden oficial y

en relación a vásconez solamente
te recomiendo mires la clasesitas
de gramática que le da miguel donoso pareja en su ensayo sobre
la novela ecuatoriana analizando su obra, entre otros que critica

mas lo que hace falta verdaderamente crítica en nuestra comarca literaria;
preparo un artículo sobre el tema
que próximamente saldrá a luz
e incluye sobretodo
una crítica al famoso "síndrome
del melocotón" de nuestro
inefable nómada leonardo valencia
y obviamente te lo haré llegar o lo leerás pronto en mi blog

mientras tanto
más humor y menos solemnidad
más platón y menos prozac
más cantinflas y menos canon;
o es que nos empezamos a tomarnos
muy en serio desde que pisamos
praga, zurich o parís ?
pues nosotros también lo hemos hecho, pero también por la gran tenochtitlán,
por tomebamba, machu pichu, kito y cuzco
y eso no dice nada a la literatura light ?...

pobres ilusos con aires de
cosmopolitismo

por otra parte homero simpsons
o batman o bakunin hace tiempo
que llegaron a la poesía ecuatoriana y de eso nos preocupamos nosotros en difundir

tiene que haber gente pa`todo
como dice Serrat

variedad y diversidad, esas son las claves de esta època, querido amigo ex matapiojo
yo me pronuncio por una visión
caleidoscópica de nuestras literaturas, de nuestras culturas y pueblos del ecuador y no "solamente"
de aquella de su fina aristocracia

un abrazo

diego

Anónimo dijo...

LA OBRA DEL SEÑOR VÁSCONEZ ADOLCECE DE INCOHERENCIAS GRANATICALES, POR ESO NO GANA PREMIOS. ME GUSTA COMO DESCRIBE QUITO, PERO EN EL FONDO SUS ARGUMENTO SON INSOLVENTES, ABURRIDOS Y NO CUAJAN. ME PATECE QUE LE FALTA MÁS VUELO. COMO MUJER SIENTO QUE SUS PERSONAJES FEMENINOS SON FALSOS.

Un abrazo ecuatoriano-mexicano

Por mero equilibrio es necesario contraponer pesos – para no dar un mal paso. Las relaciones diplomáticas de Ecuador y México están rotas de...