22.1.11

Bill Viola

En el especial de Babelia por sus primeros 20 años, hay una serie de textos de lo más interesantes. Cada una de sus secciones, de sus convidados, desde su particular ámbito, celebra el tiempo transcurrido de este publicación dedicada a las letras y las artes echando una mirada al camino recorrido.
Mi lectura se detiene con especial interés en un texto del artista newyorkino Bill Viola, reflexivo y transparente. Admiro mucho sus trabajos; para el camino que hay que recorrer como público impenitente los considero propicios, pues nos sirven como referencia crucial para no perder el paso mientras nos adentramos por entre la selva, la inaudita selva de imágenes que poblan las horas de cualquier mortal conectado o desconectado a la hora del reloj planetario.
Cuando ví por primera vez uno de sus vídeos (Ancient of days, 1979), sin saber quién lo había imaginado y tramado y, peor aún, sospechar de la trayectoria de su creador, quedé punzado, perturbado y curioso por saber más de esa obra y el artista que la había imaginado o, sencilamente, en su busqueda, dado con ella: era la calidad de las imágenes y el tempo de la obra, su manera de contradecir el fluido temporal pero para volver sobre él pletórico de sospechas y sugerencias. Entonces, recuerdo, quedé ecantado como un niño feliz: había dado con una mina insospechada, una ruta, una posibilidad que me expresaba mientras miraba, mientrás intentaba adentrame, primero con los meros sentidos, luego con un vocabulario forzado de urgencia por entre sus segundos dilatados, sus imágenes tan perfectas como fantasmagóricas.
Viola no es un desconocido, no está demás, sin embargo, volverlo a visitar. Su texto magnífico nos da esa oportunidad. Y de paso, un video que nos resume su vida en 60 segundos:



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Página oficial de Bill Viola

4.1.11

The Future of Art

Ha visto alguién ya este documental? Si no, a seguirle la pista, es prescindible desde luego, pero vale tomarlo en cuenta para tener una idea de esa vistuosa ruta que recorren muchos artistas y sirve de referencia a otros, sinde jar de ser exactamente eso, una ruta más.

2.1.11

Giacomo de nuevo

Acabo de dar con el Blog de Lydia Flemm, una escritora francesa que mucho admiro. Entre las entradas de su bitácora, encuentro un video y una serie de fotos en las que, junto a ella, posa sonreido mi estimado autor Philippe Sollers. Se trata de documentos registrados el pasado 9 de marzo de 2010, en la Bibliothèque Medicis. Les unía esa tarde o noche un asunto de interés compartido: El manuscrito original de "La histoira de ma vie" de Giacomo Casanova, que lo adquirió por esas fechas la Biblioteca Nacional de Francia por siete millones de Euros, el precio más caro, nunca antes pagado por documento alguno.

Euros aparte, me interesa el afan compartido de estos dos autores por el Caballero de Seingalt. Madame Flem publicó en 1995 Casanova ou l'exercice du bonheur, una hermosa biografía sobre el veneciano en la que, de la mejor manera posible -nunca mejor dispuesto el tacto, la observancia femeninas- intenta corregir el tremendo malentendido que pesa sobre la figura de nuestro veneciano de marras (Es castellano hay una versión del libro bajo el nombre Casanova, el hombre que amó de verdad a las mujeres). Desde otra perspectiva, pero apuntando en igual dirección, lo ha venido haciendo Philippe Sollers. Varios son los títulos dedicado a Casanova (ver aquí una lista), pero destaco uno aparecido en 1992 Casanova, l'admirable, que acaba de reeditarse en francés; lastimosamente, no tenemos una versión en nuestra lengua.
 


Empezar el año trayendo a mientes a estas dos personas es de mi completo agrado. A finales del 2011, si no se cruza nada inesperado en el camino, ellos serán de nuevo noticia. Monsieur Watzlawick, el editor de "L'intermédiaire des casanoviste" me comenta por mail que la Biblioteca Nacional de Francia prepara una gran exposición sobre el veneciano, a la que, paralelamente, se juntan los esfuerzos de Editorial Gallimard (Sollers es su director) que prepara su edición definitiva y anotada de la Historia de mi vida.

Lydia Flem et Philippe Sollers, (photo Thierry Sauvage)

Un abrazo ecuatoriano-mexicano

Por mero equilibrio es necesario contraponer pesos – para no dar un mal paso. Las relaciones diplomáticas de Ecuador y México están rotas de...