10.2.10

Tomás Eloy Martínez


La noticia de su muerte hizo que muchos de sus lectores lo volvieramos a pensar, esta vez de otra manera.

En el entorno en el que inicié mis lecturas su nombre no nos fue conocido sino hasta después de la publicación de Santa Evita, cuyo éxito nos posibilitó el acercamiento a sus libros anteriores y, desde entonces, a sus artículos y crónicas periodísticas, ensayos y comentarios sobre política, literatura y autores. Guíados por su prosa empezamos a conocerlo mejor y, por ello, poner a prueba nuestra percepción de la lectura, de los límites entre periodismo y creación. No nos ha sido difícil encontrarlo: bien en las páginas de La Nación (AR), El País (ES) o en las de El Espectador (CO), para citar solo a tres de los periódicos que reproducían sus textos habitualmente.

Al autor argentino nos será difícil volverlo mero recuerdo. Por la agudeza de sus observaciones y la forma como las presentó deberemos volver a sus tus textos - en ellos hay una enseñanza que los tiempos demandan.

Por su importancia, su muerte ha puesto en movimiento a casi todas las redacciones de los periódicos y revistas serias –mucho más allá de la lengua castellana–. Radar de Página 12, periódico entrañable al escritor, nos trae en su última edición un homenaje en tres textos que, si no los han leído ya, vale la pena hacerlo (uno, entrañable, lo firma Juan Forn, quien, de paso, nos pone al tanto de las etapas que atravezó la escritura, negociación, edición y publicación, de Santa Evita).
------
Aquí la edicción que le dedica ADNCultura

No hay comentarios:

Un abrazo ecuatoriano-mexicano

Por mero equilibrio es necesario contraponer pesos – para no dar un mal paso. Las relaciones diplomáticas de Ecuador y México están rotas de...