31.8.05

Ajuste de cuentas


El día de ayer pesqué en diario El Comercio de Quito la nota que podrán leer líneas abajo. La pongo aquí porque no es posible recogerla del banco de datos del diario —lo he probado hace unos momentos infructuosamente.

Es una de esas noticias que suelen extraviarse por los días sin apenas concitar la atención de los lectores; sin embargo, cuando logran atraerlo, por lo general no despiertan el respeto o conceden el reconocimiento que un autor de otros lares, por un hecho similar, ganaría en el nuestro o en otro país; no, el lector equinoccial toma esas noticias con pinzas y las pone en tela de duda —nunca se sabe sobre la veracidad de las fuentes, nunca se sabe mucho sobre los contextos de donde estas noticias emergen—. A mi esta noticia me sorprendió de buena manera y alegró mi día. Tiene que ver con un poeta de la tierra.

Hace cosa de un año y medio (por abril de 2004), a Edwin Madrid, el poeta de la notita en marras, le cayeron a palos desde todos los lados —a través de los principales diarios ecuatorianos—. Resulta que Madrid fue el editor de la edición bilingüe de la obra poética completa de Jorge Carrera Andrade (editada por la CCE), una hermosa edición que fue sacada de circulación tan pronto como se la puso a la venta. Motivo: los textos trasladados al inglés tenían “errores imperdonables” y muchas otros defectos imaginarios. Reí entonces mucho con las aseveraciones que la prensa generosamente irrigó por sus páginas impugnando la versión inglesa propuesta por el traductor (todos desconocían u olvidaban deliberadamente que en literatura sólo podemos disponer de versiones excelentes, buenas, malas pero nunca de la traducción exacta que todos andaban exiguiendo).

Era de Ripley ver como periodistas, profesores, intelectuales, escritores que hasta ese momento desconocían, o conocían apenas, la obra de Carrera Andrade —digo en lengua castellana— de pronto ponían el grito en el cielo ante la versión inglesa de la obra trabajada por Madrid y Carlos Reyes, el traductor y académico norteamericano que decidió hispanizar sus nombres hace ya muchas décadas (se llamó antes Charles King). Huelga decir que el 95% de los críticos que hicieron entonces sentir su enfado no hablaban inglés —a descargo de ellos, vale anotarlo, tampoco el editor—. Fue ese un momento bastante oportuno para discutir sobre traducción pero no se lo hizo; como sucede con los temas que de verdad interesan a la realidad ecuatoriana, no se los discute, no se los prueba ante las ideas, se los utilza para ajustar cuentas.

Entonces a Madrid le cayeron a palos día tras día. A la criolla, le hicieron carga montón. De escritores con autoridad, con conocimientos de lenguas —una mano alcanza para contarlos—, no hubo alguno que quisiera opinar al respecto. Supongo que por curarse en salud o, como buenos conocedores del medio, se portaron sencillamente como viejos zorros. Pero una mañana, sin níngún misterio de por medio, en un santíamen se dejo de hablar de Madrid. Motivo: al poeta quiteño le concedieron justo en esos días el Premio Casa de América de España. Un reconocimiento a su trabajo literario otorgado por un jurado internacional que, para mala pata de los impugnadores de Edwin Madrid, estaban fuera de toda sospecha. Lastimosamente no podía inferirse amarre y, para colmo, el libro por el que le concedieron el premio, se publicaría en Visor, la editorial de La Poesía por ontonomasia, de cuyos libros hemos bebido al menos tres generaciones.

De la noche a la mañana los impugnadores de Madrid olvidaron que, en buena ciencia, la una cosa no tenía nada que ver con la otra. Que la concesión del premio hecha a Madrid se hacía a su poesía y que por tanto nada tenía que ver con la responsabilidad editorial impugnada. La bronca debió seguir, pero no, las voces callaron como cuando un profesor impaciente se manda un carajaso en una aula llena de jovencitos malcriados. Fue una pena ver como entonces se confundió una cosa con otra; ver cómo las letras encarnaban de la manera más transparente esa conversación de sordos, de sordos y cojudos, que constituye la política ecuatoriana en casi todas sus instancias.

El libro premiado, Mordiendo el frío, con sello editorial Visor (la ilustración de portada es un angelito dorado diminuto sacado de un catátlogo de La Escuela Quiteña) fue presentado en Madrid el 13 de octubre de 2004. Su contenido lo comentó luego El País de España, La Jornada de Mexico, Pagina 12 de Argentina, El Mercurio de Chile. En Ecuador lo comentó unicamente Diario Expreso, de Guayaquil. Y que yo sepa, hasta la fecha, ninguna revista de literatura.

El día de ayer leí la nota que les alcanzo; ella me ha movido a recordar el fatum de los libros de este poeta ecuatoriano. Sabía que Madrid debía ir a Argentina al encuentro de poetas en Neuquén. Sabía que Madrid tiene en Buenos Aires, Santiago, Bogota, Lima, Mexico DF los lectores que no tiene en Quito, Guayaquil y Cuenca. Suponía que sus lectores argentinos sabrían valorar el libro publicado por Visor. Pero por lo que la prensa anota, veo que supuse mal. ¡Oh muerte de pequeños senos de oro! Oh destino el de los libros de Madrid!: Puertas abiertas cautiva en inglés y árabe; su poema extenso Celebriedad en Argentina; en Chile y en México, una varia de sus, hasta ahora, ya demasiados libros. En hora buena por la literatura.



Madrid, el eje de los Celebriedades

Santiago Estrella, corresponsal en Argentina

Que un grupo de poetas decidan llamarse como el título de un libro no es usual, y menos todavía que ocurra con un ecuatoriano. Esta experiencia acaba de vivirla Edwin Madrid, invitado al Segundo Encuentro Confluencia Literaria, en Neuquén, y quien integró a más de 100 poetas de Argentina, Chile, Brasil, España.

Madrid se llevó la sorpresa de encontrarse con cinco poetas llamados Celebriedades, en honor a un libro que consideran clave en su devenir poético, 'Celebriedad' (1992).

"Ha sido una verdadera sorpresa -afirma Madrid- porque se supone que uno debiera estar viejo para recibir este tipo de homenajes".

Según Raúl Masilla, líder del grupo y organizador de la cita, luego de haber conocido al quiteño en el Encuentro de Poesía, en Rosario (2002), "nos sentimos consustanciados con la estética de "Celebriedad", a tal punto que fundaron una editorial que lleva publicados nueve títulos de la colección de libros Celebrios.

Se trata de un pequeño homenaje a los vicios. "No solamente desde el lugar de destrucción que suponen los vicios en muchas ocasiones, sino también como un canto a la vida", sostiene Mansillas.

Y la obra de esos poetas patagónicos va de ciudad en ciudad con un espectáculo montado con música y con una selección de poemas de Madrid.
Una pequeña duda ronda en la cabeza de Edwin Madrid: "Quién sabe si gané lectores o perdí otros, no me he quedado en esa instancia, tampoco me interesa. Es como un pago de cuentas de mi vida de soltero. A partir de eso, comienzo a ver la poesía diametralmente opuesta. El libro que sigue a 'Celebriedad' es 'Caballos e Iguanas'. 'Celebriedad' fue escrito hace 15 años y esa actitud, esa experiencia, ya las viví y ya no las comparto, a pesar de que es entrañable".

Gozando de los privilegios del año sabático, gracias a haber perdido su trabajo como director de talleres de la Casa de la Cultura, pero feliz por la traducción de su libro 'Puertas abiertas' al árabe en una edición de 10 000 ejemplares en el Líbano, acaba de ser invitado al Festival Mundial de Poesía que se realizará en octubre en Santiago de Chile.

Mientras se agota el dinero del último premio que recibió, tiene solo una certeza: "Estas satisfacciones son pocas, pero importantes. No se pagan con dinero, pero te hacen sentir humano, del lado bueno al que apunta la poesía. Eso me puede convertir cada vez en mejor persona que en mejor poeta".

Tomado de Diario El Comercio, de Quito-Ecuador, de su edicón del Martes 30 de Agosto del 2005

6 comentarios:

Edipa dijo...

Yaruco

este problema también trate de seguirlo en la prensa. No he leido la traduccion de Carrera Andrade mencionada, pero conozco a Alvaro Aleman que fue uno de los mas criticos en este asunto, y te puedo decir el hombre sabe ingles y sabe de Carrera Andrade lo ha estudiado muy de cerca y lo conoce muy bien... y claro la discucion que se abria era impresionante.
Como dices todo quedo ahí y que ahí por decisión de la prensa. Tiempo después tuve la buena suerte de conocer a don Madrid y le pregunte que como hace el man para llamarse poeta sino nomas decirse escritor es un ejercicio medio jodido. Se me rio nomás.
La cosa con la poesia es complicada a mi me gusta mucho pero no se porque. Una cosa que si le dije a don Madrid es que la batalla de los libros solo se libra en la intimidad, osea a diferencia de la pintura por ejemplo, uno puede ver como la gente se saca la madre hablando de un escritor que ninguno de los que comenta se ha leido, y eso creo que yo que ha pasado un poco con el.
me cambie de casa cibernetica .. nueva direccion:
www.sinimprenta.com
Pero sacandole lo bueno al asunto, no existe la mala publicidad y si todo el relajo dio pie para que alguien pueda leer a carrera andrade todo esta bien.
Lo malo es que creo que finalmente el libro no se publicó, no estoy muy segura de este dato.
Ahora es verdad que todo el mundo quiere a don Madrid pero defiendo a la contraparte Alvaro es uno de los intelectuales (jajajajaja me da risa decir intelectual, pero el lo es) por el que sin pensar pondria las manos en el fuego. Es un gran profesor y sobre todo en este tema conoce bastante. Mala suerte que cuando la cosa ya no parecia a novela no le gusto a la prensa... cosas que pasan.

Victor dijo...

Estimada Edipa
Mi alegre comentario sobre la noticia que involucra a Madrid, recordaba apenas un episodio sobre las maneras de enfrentar y resolver asuntos de “controversia cultural” en el Ecuador. Me pareció entonces, y también ahora, que fue injusto el trato que se dio a EM. Así mismo, me pareció torcida y despojada de toda altura la manera como se dio por terminada esta discusión (cuando la agencia de prensa internacional EFE hizó el anuncio de concesión del Premio Casa de América a Edwin Madrid).

No es esa la manera de terminar una discusión, confundiendo una cosa con otra, cambiando el tema de la conversación pública.

Leí el texto del profesor Alemán (no pongo en duda su talento: soy el primero en reconocer y respetar las dotes intelectuales o artísticas de quien las posee); pero también leí la respuesta de Carlos Reyes —a la que no siguió ya contraréplica—. En ese nivel la discusión, a pesar de los banderillazos, estuvo bien. Después ya nada pasó.

Que estés bien. Ya estuve de visita en tu nueva página. Ya te comento.

Anónimo dijo...

Lamentablemente el mundillo de los literatos de Ecuador es una verdadera mierda. Se quizo utilizar a Edwin Madrid como suerte de chivo expiatorio ante toda la sarta de barbaridades que se han cometido en la Casa de la Cultura a lo largo de la nefasta administración de Marco Antonio Rodríguez...afortunamente, el tiro les salió por la culta y Madrid es hoy reconocido y su nombre ha sido limpiado.
Sin embargo, coincido en que esa no era la forma de cerrar el debate sobre la edición bilingue de Carrera Andrade...aunque a decir verdad, de debate no hubo casi nada, pues nuestros intelectuales se dedicaron a lanzar ataques de índole personal a Madrid.
Como dato curioso, te cuento que en la actualidad la famosa Edición Bilingue de Carrera Andrade se halla pudriéndose en las bodegas de la Casa de la Cultura (se retiró la edición de las librerías debido a toda esta pelea absurda), lejos del alcanze de los lectores.
Esto solo demuestra el poco aprecio que tienen a la obra de Carrera Andrdade la gente que dirige la Casa de la Cultura, pues prefieren que se pudran sus libros antes que facilitarlos al público (por último, si no les gusto la edición, donenla a las escuelas fiscales de nuestro país, que no tienen ni el libro gordo de petete, peor la obra de Carrera Andrade)

Victor dijo...

Muchas gracias Efra por pasar por esta ventana.
Comparto tus apuntes, y como vos, también deploro el destino de los libros de Carrera Andrade (y de otros tantos autores, buenos, medianos, oportunos y oportunistas que han sido publicados en la editorial de CCE y deberan quedarse ahí hasta que no haya espacio en las bodegas y se deba quemarlos o mandarlos al basurero).
Deploro el que la gente que tiene a cargo la administración de un poder cultural importante no sepa para que sirve. Nuestros administradores culturales, elocuentes, lúcidos de "boca para afuera", vanidosillos u orgullosos, en verdad, no saben que hacer con el mediano poder que poseen. Es este un buen punto para iniciar sanamente una interrogación sobre la administración cultural en el país. Como siempre, tienen la buena voluntad (con una fuerte dosis de capricho muchas veces)pero no saben cómo se hace una cosa. Conocen a todos los autores de moda pero a Peter Drücker ni en pelea de perros. Y tanta falta les hace. Seguiremos conversando sobre este tema en verdad muy importante en un estado democrático moderno, o que quiere ser moderno.
Que estés bien y hasta otra vez.
Van saludos
Vícto

Anónimo dijo...

What a great site »

Anónimo dijo...

Ha corrido mucha agua bajo el puente, pero recién ahora me entero del blog y de la nota. Y de lo mal que se la hicieron pasar a EM. Así están dadas las reglas y mierda siempre va a haber en el suelo. Hay que seguir caminando.
Una última cosa: el poeta se llama Raúl Mansilla, no Masilla ni Mansillas. Fe de errata, que le dicen.
Saludos desde la Patagonia argentina

Tomás Watkins
Grupo Celebriedades
celebriedades.blogspot.com

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