En el Magazin del Tages Anzeiger de Zürich, del pasado 21 de mayo, viene una entrevista del novelista Martín Suter al profesor Peter von Matt, ensayista de alto prestigio en lengua alemana.
El tema de la entrevista, trabajada como un soliloquio en el que las preguntas hay que suponerlas, es el dinero. Para variar, me dije, de nuevo el “don”, el que lo puede todo —bueno, casi todo—, el que “cuando falta mata de hambre y cuando sobra corrompe”, como decía D.H. Lawrance.
Suelo dar atención cuando opinan sobre “los pesos” personas que uno las sabe agudas en campos y materias alejados de la banca, las inversiones, las cotizaciones y la política, cuyos representantes, más que vigilar sus circuitos, por lo que se ve, parecen más bien anhelarlo. Me gusta cuando hablan de él los poetas y los escritores —no los pintores ni los cineastas, pues en sus contextos el “vil metal” tiene otra significación—. Digamos que los escritores, cuando les sobra guitos, lo dispendian en beneficio de su obra, de ser posible, del estilo de su obra; o, en el otro extremo, cuando padecen su carencia, se acercan al torbellino humano o la mera soledad con un punto de vista privilegiado, mejor equipados para ver mejor las fachadas —desde luego, a pesar suyo y de su prole.
Nutrida es la lista de los escritores que han opinado de él en todas las épocas: con desidia y distancia cuando de vacas flacas, con precaución extrema y fingida objetividad cuando de gordas, cuando las cosas todas salían bendecidas por Mamón. En la modernidad que nos toca, así mismo, no son pocos los escritores que, gracias a su trabajo —dejo de lado la obra de arte, el marketing y las concesiones que la creación ha hecho al mercado— pueden conseguirlo en grandes cantidades y, además, comentarlo. Pero el tema toco no sólo a ellos: nos incumbe a todos y todos podemos comentarlo; pero es mejor no hacerlo —salvo desde el punto de vista político—, puesto que las distacias que cada uno tiene o tiende con este medio de intercambio de primerísima necesidad, puede provocar susceptibilidades en todos los grupos: los que lo tienen a raudales, sin pena, gloria o esfuerzo; los que lo tienen a raudales con el sudor de sus neuronas, los que parece que lo tienen pero en verdad no; los que finjen no tenerlo y lo sufren; los que sintieron alguna vez su fugaz fragancia y lo persiguen ahora sin dar tregua; los que no lo tienen y sueñan con tenerlo a montones, los que no lo tienen pero soportan su ausencia con dignidad unas veces, otras con resignación; los que agonizan por su falta, los que se envilecen ante su emergencia, los que desesperan por su vaporosidad, los que se cuidan de no tenerlo en demasía...y jamás olvidan que él es sólo eso, un medio.
El profesor von Matt es literatuta en estado puro —no olvidar que la literatura es el extremo opuesto a la pureza—. Por sus venas parecería que corre un temblor de tinta, siglos y sagas templados por un razonamiento sino excepcional siempre atractivo. De esto dan cuenta con suficiencia sus palabras, sus libros. Por ello, cuando se manifiesta hace bien escucharlo.
La entrevista en la que baso este breve resumen tiene un antecedente. Resulta que a inicios de abril, como sucede cada año, se hizo público el ranking de los topmanagers mejor pagados en Suiza en el año 2004. Anoto los datos de los tres primeros (los datos están en francos suizos. El cambio es: 1 U$ cuesta 1.21 Sfr):
1) Oswald Grübel, director general del Credit Suisse: 23 millones
2) Marcel Ospel, director general del UBS: 21,3 millones (1.94 mensual= 1.6 U$)
3) Daniel Vasela, director de Novartis: 20,8 millones
Esta es la primera vez que el nivel de salarios de los topmanagers ha superado “la normalidad”. Este hecho ha sido, es, motivo de discusión no sólo de economistas, sociologos, políticos, itelectuales, amigos, colegas de trabajo sino incluso de las familias en su seno. ¿Es posible ganar tanto? “¡Eso es el colmo!, ganar esos montos es demasiado!”, dicen las voces desde todos los lados. ¿Cuanto es mucho? — No olvidemos que se tratan de salarios, y no de los rendimientos de una inversión.
Entonces, la entrevista al Herr Professor von Matt, dejando de lado unas pocas cosillas que a causa del contexto las obvio, dice lo siguiente:
FILOSOFÍA ADENTRO
“...
¿Cuánto es mucho?
¿Mucho qué cosa?
Ingresos
....
¿Cuántas veces más, a partir de los salarios más bajos de sus empleados, debe pagarse a sí mismo un Topmanager? ¿50 veces más o quinientas?
Difícil de responder
¡Eso no se puede responder de ninguna manera! ¿Cuántos años de trabajo de una cajera vale un año de trabajo de un jefe de consorcio? ¿cien años, doscientos, quinientos?
Así considerado, está claro
......
¿Hay una actividad que cueste diez mil francos suizos la hora?
Quizá...
De manera subjetiva a lo mejor no. ¿Pero de forma objetiva?
Hum...
Tampoco. ¡En una sociedad abierta no existe un concepto objetivo sobre los rendimientos! Ciertamente que puedo decir que Ospel (el Nr. 2 de los tres anotados arriba) gana demasiado, pero ¿en qué me baso para medirlo?
¿En lo que tu ganas?
Eso exactamente es subjetivo. Para objetivarlo tendríamos que saber antés cual sería el monto de utilidades de la UBS sin Ospel. Eso sin embargo no se puede.
¿No se puede?
Es demasiado peligroso. Se tendría que experimentar. La objetivización de los salarios de los managers podría tener devastadoras consecuencias en la economía. Desde luego que a nadie se le ocurre pensar en ello.
Ningún generoso a la vista
Ellos juegan con el fuego
¿Los managers?
Los críticos de los salarios de los managers. ¿Qué pasaría si un día todos los topmangers se hastían y mandan al traste sus responsabilidades?
Eso se lo pueden permitir
Exactamente. Se pagan su última indeminización millonaria y se asientan en sus villas de descanso vacacional. Y ¡san se acabo! la economía mundial se viene al suelo. Entonces, de repente no va más la cosa por allí, que cuántos cientos de años debe trabajar una cajera para compenzar el trabajo de un topmanager. En tales circunstancias, ella podría alegrarse de veras ¡si finalmente logra encontrar un trabajo!
Cierto
Yo lucho más por el llamado derecho al salario de millones de puestos de trabajo que están en juego. Un silencio total al hablar de las pensiones para la vejez.
Las pensiones también
¿Has relexionado alguna vez cuan altas pueden llegar a ser los gravamenes sociales (impuestos) de uno que gana veinte millones al año? ¡Ah, como me saca de casillas esa mirada estrecha del movimiento obrero!
Y en ello está eso, al fín y al cabo, a su favor
¿Sí?
Ellos deberían incluso alegrarse de que haya gente que valora el trabajo a tan alto precio.
FIN
Una explicación final. El Credito suizo y la UBS (Union de bancos suizos) son los dos bancos más grandes de Suiza. El monto de sus capitales los ubica entre los diez más poderosos del planeta. Una quiebra de cualquiera de estos bancos supondría una debacle no sólo de la economía suiza (el estado no podría socorrerlos puesto que sus portafolios revasan con mucho los del estado y su banco central) sino también de los puntos económicos en donde estos bancos operan concentradamente.
Sobre las palabras del profesor von Matt: tengo un manojo de ideas alrededor del dinero que tratan de ser objetivas; sin embargo, no había encontrado hasta ahora una extensión más llamativa a mi afan de comprensión del equilibrio entre el trabajo y los monumentales salarios con que a veces se los premia, ?cuánto es demasiado?
31.5.05
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6 comentarios:
Tienes mucho cuando puedes meter a 300 amigos tuyos en un avión, llevarlos a Marruecos y armar una tremenda fiesta de 5 días de duración, en medio de la cual llamas a tu joyero privado para que te elabore un anillo con un megadiamante. (De la vida real, P. Diddy o cómo se esté llamando ahora. Más claro, el ex de Jennifer Lopez).
Eso, evidentemente, es tener demasiado, pero creo que la idea es definir un patrón medible de cuándo, exactamente, ya tienes mucho.
Decir, por ejemplo, que tienes mucho cuándo ganas en un día lo que gana un coterráneo tuyo en un año tampoco aplica, algunos sobreviven con menos de un dólar diario.
Tienes mucho cuándo tienes más dinero del que puedes gastar en toda tu vida y la vida de tus hijos. Pero si llevas un tren de vida como el de PDiddy bien podrías gastarte toda tu plata.
Sería bueno establecer un patrón medible (no se ni jota de economía, como se ve), que permita conocer cuándo se tiene demasiado.
Pienso todo es relativo, mi teoria es si puedes dedicar tu tiempo a lo que realmente te gusto y no tienes que trabajar, entonces tienes mucho.
Un saludo desde Nigeria
Jonathan
carai...
Estimada Fatima
La pregunta ¿cuánto es demasiado? en este caso no está referida a la cantidad acumulada de dinero de una persona ni hace referencia alguna a las formas, por lo general extravagantes, que algunos(¿?) de sus poseedores utilizan para dilapidarlo —quizá para molestar a sus competidores, para hacerlo visible y envidiable, para matar fantasmas, para acrecentarlo, para desaparecerlo o, sencillamente, para darle o encontrale un sentido a sus vidas—.
La pregunta hecha aquí busca una medida ideal con la que se podría evaluar con algo de objetividad el trabajo hora (día, año) de una persona que desempeña un cargo de sumo interés en una sociedad liberal, el topmanager. En verdad es esta una pregunta desesperada que no alcanza a imaginar el límite al que podría llegar ese afan de acumulación. No creo que haga falta tener conocimientos de economía para percibir que remuneraciones de ese monto revasan toda proporción y rompen algo, quiebran el equilibrio de algo, en mi caso, al menos, la confianza que pudiese tener. Me interesa ese algo. Doy vueltas a su alrededor y no alcanzo a verlo como quisiera. Por ello el escrito anterior.
Un amigo, hace un par de meses, al abordar este tema de los salarios, citó un viejo adagio norteamericano conocido por todos: el tiempo es oro. Luego, decía el amigo, en verdad estos señores no son tan ricos como parecen: ellos no tienen oro, no tienen tiempo, el tiempo de los comunes mortales.
Tu ejemplo del gasto babilónico, improductivo, el derroche puro y duro, me ha traído a mientes el recuerdo de una lectura cometida hace mucho en la que se aborda el tema de majestuosa manera: “La parte maldita”, de George Bataille publicado hacia finales de los sesenta. Este sería un grato tema para desarrollar. Creo que los tres tabues de occidente —dinero, sexo y muerte—, a pesar de lo que se ha dicho y escrito, siguen aún en pie.
Que estés bien Fatima. Va un saludo
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Estimado Jonathan
estoy de acuerdo con tu parecer; pero quisiera formularlo de otra manera: el que trabaja en lo que realmente le gusta tiene mucho. Sin embargo, si esta frase última la endilgo a los señores de arriba casi se me hecha a perder: ellos trabajan en lo que les gusta … vistas así las cosas, terminan teniendo doble. Ni modo
Que estés bien. También te hago llegar mi saludo desde la vieja Zurich
Yo pensaba que lo enfocabas hacia cuánto es demasiado, desde el punto de vista ético.
Asumo que el razonamiento, en el caso de los Top Manager es:
"Yo gano 30.000 dólares al mes, pero gracias a mi (¿?) gestión, la empresa gana 3'000.000 de dólares al mes. Sólo percibo el 10% de lo que efectivamente produzco.
Ya regreso, voy a pedir un aumento de sueldo."
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