20.7.18

"Papers" para el olvido

Hace ya un par de décadas Gabriel Zaid publicó un libro muy interesante en el que abordaba, entre otros temas de reflexión, el problema relacionado con los papeles o documentos de trabajo investigativo (así llama el Banco central español a los working papers que producen sus investigadores). Los demasiados libros (1996) es el título de ese libro de Zaid. Una de las conclusiones a las que arribaba su autor era –recuerdo– que los estudiantes en las universidades que se iniciaban en la investigación y la paralela elaboración de papers, en ese entonces estaba más dedicados a la escritura que a la lectura. Escribir se había vuelto una obligación necesaria, caso se tenía en mente construirse una carrera académica. Había que alimentar el curriculum, robustecerlo con los temas posibles que dieran cuenta del porte del investigador y sus posibilidades expansivas. Había que escribir y escribir pues esa era la única manera de poner a prueba las potencialidades y mostralas ante los demás –de las capacidades de lectura y reflexión en relación con el medio, con el objeto de estudio aludido, poco importaba pues ello dejó de interesar a los organismos de control académico. He recordado esta lectura leyendo el texto adjunto publicado por Revista Ñ, en el que, más de dos décadas después, persiste esa tendencia a la que se suman ahora inconvenientes entonces no vislumbrados. El artículo está redactado desde la perspectiva argentina, es decir, dejando de lado elementos no incorporados a su tradición investigativa y sus relaciones con las grandes casa editoras de Journals (Elsevier, Routledge, Wiley, etc). Mientras hacía mi lectura he pensado en mis amigos y compañeros que publican regularmente en estos Journals, caracterizados por exigir incluso un pago a cambio para ser leídos (el pago lo cubre las instituciones en las que ellos laboran).

Hay distancias y la analogía no cuenta pero hay un hilo secreto que conecta esta práctica con el ahorro millonario extranjero que se hace en la banca suiza, que me es difícil no recordarlo en este punto: los depósitos que van más allá de los diez millones de francos deben pagar una tasa de interés para ser conservados en bóvedas helvéticas, es decir seguras y casi intocables por los vaivenes que atraviesan las demás monedas que se mueven a sus anchas en las principales bolsas de valores. Será que publicar en los Jourrnals de prestigio es una manera de preservar con visibilidad los trabajos académicos de importancia? ¿Será que publicar trabajos académicos de importancias en las plataformas Open resources invisibiliza a los trabajos, tengan o no relevancia?



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