2.6.06

Handke y el premio Heine

Hace una semana me apenó no poder reseñar la noticia de la concesión del Premio Heinrich Heine a Peter Handke, el autor austriaco cuya posición proserbia incomoda desde hace una década a políticos e intelectuales de distintas tendencias. Justamente, hace cosa de un mes en Francia, esta incomodidad tomó una desafortunada expresión: su obra teatral, El juego de las preguntas, cuya puesta en escena en la Comedie Francaise de París iba a llevarse a cabo en febrero de 2007, fue retirada de la programación. No se hizo esperar la solidaridad de algunos de sus colegas ante ese acto de censura —comenté entonces el hecho con puntualidad. No comenté, sin embargo, lo que pasó luego: una más robusta fracción de artistas e intelectuales franceses hizo pública su solidaridad con Marcel Bozonnet, el director del teatro que decidió la retirarada de la obra de Handke de la programación al enterarse que éste había asistido a los funerales del ex-presidente Milosevic (dictador, asesino o criminal de guerra, que es como lo identifica en la prensa). Un hecho poco feliz ciertamente, y, desde luego, pintoresco por lo que dejaba ver: una gran confusión entre juiciosas opiniones que hierran quitando valor a “una obra artística”, cuyo nivel e importancia están fuera de cuestionamiento, por la posición política “no correcta” de su creador. Fantasmas que parecían haberse esfumado hace tiempo ya, esos que juzgan una obra a partir de la moral o moralidad de su autor, volvían a la mesa de discusión con un impulso digno de mejor suerte. Y en París, habrá que tomarlo en cuenta.

No leí más al respecto, me fui de viaje. Transcurrió entre tanto una semana.

La fría mañana del 21 de mayo, a la vera de la Invalidenstrasse de Berlín, en el Volkspark am Weinbergsweg, me quede un largo rato observando el bronce que la ciudad dedica a Heinrich Heine. Dí con él de casualidad, mientras me dirigía a una cita con colegas curadores en un restaurant cuya terrasa colinda con este parque. Al bronce en el que un joven Heine sonríe a perpetuidad le acompaña una cita que me recordó una que me acompaña desde hace tiempo, de Heidegger: nosotros no vamos hacia los pensamientos; ellos vienen a nosotros. Una rosa invisible dedique a ese bronce (la lectura de Noches florentinas cometida hace tantos años me topó con murmullos). Y seguí mi ruta, alerta a los pensamientos que tardaban en llegar a mi cabeza.

De vuelta en Zürich, revisando en casa los periódicos que no pude hojear los días pasados, doy con una noticia feliz, esa que por premura no pude comentar la pasada semana: el 23 de mayo, la ciudad de Düsseldorf, otorgó a Peter Handke el prestigioso Premio Literario Heinrich Heine. El jurado que le adjudicó compuesto de doce personas, entre las cuales, profesionalmente, destacan Sigrid Löffler y Jean-Pierre Lefèbvre, argumenta que, "obstinado como Heine, Peter Handke persigue en su obra su camino hacia una verdad abierta. Handke orienta su visión poética hacia el mundo en contra de la opinión publica y sus rituales, sin la menor concesión". Pensé que este reconocimiento público le llegaba al austriaco en el mejor de los momentos. Las malas energías predispuestas en su contra desde hace tiempo, disparadas con insistencia unos pocos días antes, con ese premio iban a quedar sin piso, pensé. Pero pensé mal.

En el entorno alemán, no todos se han puesto contentos con esa noticia de distinción. Evidentemente, no sólo en Francia son numerosos los políticos e intelectuales que deploran la posición del autor austriaco. La noticia feliz de hace una semana, en estos pocos días ha inflamado voluntades y caracteres. Ha forzado a pensar límites de “entendimiento”, o quiza, el entendimiento de los límites.

Literatura y política otra vez contrapuestos. Los consejales de la ciudad de Düsseldorf, políticos que deben ratificar el premio y dar su visto bueno para extender el cheque de 50.000 euros que otorga el premio, se han pronunciado en contra de la decisión del jurado. No están de acuerdo en que éste sea entregado a un autor cuyas opiniones proserbias no comparten en punto alguno ni aceptan para nada. Handke, en una carta publicada hace dos días en el Süddeutsche Zeitung, sale al paso con palabras claras, calmas y precisas, que apenas han servido a la hora de evaluar esta incomoda situación en la que la libertad de expresión, la correción política, las palabras fugaces en los medios y de los medios, o el poder a secas, cruzan sus sables alrededor de una obra que por suerte, como el sonreido bronce que reproduce al joven Heine en el Volkspark de Berlín, permanece ya imperturbable.

Este día, en una carta extensa publicada en el Süddeutsche Zeitung, Sigrid Löffler (editora de Literaturen) y Jean-Pierre Lefèbvre (profesor de la École Normale Superieure de París), con palabras igualmente claras y precisas, hacen pública su dimisión como jurados de este afamado premio al que han prestado su contingente en las tres últimas entregas (éste se falla cada dos años; han sido premiados en las tres versiones por ellos precididas, W. G. Sebald, Elfriede Jelinek und Robert Gernhardt). Graves son las palabras que allí utilizan para signar el comportamiento de una parte de los jurados, no leídos, burocráticos, y sobre todo inmaduros para ejercer una función en la que las decisiones que se toman deben basarse en el conocimiento y ejercerse con confianza y respeto, no como ha sido el caso esta vez, en el que, a un autor, por su punto de vista disidente, se trata de callarlo y “aislarlo, humana y políticamente" y afectar su obra”. Casi al final de esta carta nos recuerdan los dos (ex) jurados: “Pero de una cosa no se puede discutir: Peter Handke es uno de los autores más importantes del presente. El programa de su vida es al mismo tiempo la ley de su escritura: el trabajo en un conciente cambio de visión del mundo. En sus textos sobre los Balcanes resalta esta aspiración a pensar y escribir sobre ello de una manera distinta a la del consenso formado por los periodistas, como se podría ver la guerra separatista jugoslava, como se podría juzgarla


Para finalizar este recuento de alteraciones traduzco las palabras con las que el pasado 31 de mayo, Handke comienza su carta publicada en el Süddeursche Zeitung:

Tengo que ser riguroso y responder con tranquilidad a las recriminaciones que se me vienen haciendo desde hace muchos años, y hoy nuevamente a partir de la adjudicación ( y de la tramada no-asiganación) del Premio Heinrich Heine. Lo tengo que hacer por los lectores, por los lectores leales –por lo demás una tautología, pues un lector desleal o prejuiciado nunca es un lector...

____________________

Diario El País sobre Caso Handke

Se solidarizan con Handke, entre otros, Botho Strauss, Win Wenders, Elfriede Jelinek, ...

Contra Handke, el premio Nobel Gao Xinjang, Marcel Reich-Ranicki, Daniel Cohn-Bendit, gran parte del Partido Verde Alemán, ...




7 comentarios:

Anónimo dijo...

Disculpa la digresión... pero estuviste en Berlín, no es verdad?. Cuándo nos cuentas cómo estuvo esa Bienal?

Van saludos

David Jarrín

PS: Ah y por cierto. Mil gracias por hacerme descubrir a Porchia...

Victor dijo...

Gracias David por darte una vuelta por esta ventana. Sí, estuve en Berlín, y justamente para visitar la Bienal, que por cierto finaliza justamente este día. Ya te cuento lo que me pareció.
Que estés bien. Van también desde acá mis saludos

Anónimo dijo...

Hallo I absolutely adore your site. You have beautiful graphics I have ever seen.
»

Anónimo dijo...

You have an outstanding good and well structured site. I enjoyed browsing through it
»

Anónimo dijo...

Interesting site. Useful information. Bookmarked.
»

Anónimo dijo...

This is very interesting site...
prowler camper refrigerators Mpeg 4 dvd player Cheapest place to buy fioricet Baccarat book gambling sport tip baccarat+crystal+france+showroom rosacea proactiv http://www.used-suzuki.info/Suzuki2.html http://www.lowest-price-for-levitra-4.info/Baccarat.html Mtv movie awards 2002 jack black

Anónimo dijo...

Looking for information and found it at this great site... »

Un abrazo ecuatoriano-mexicano

Por mero equilibrio es necesario contraponer pesos – para no dar un mal paso. Las relaciones diplomáticas de Ecuador y México están rotas de...