31.5.05

¿Cuánto es mucho?

En el Magazin del Tages Anzeiger de Zürich, del pasado 21 de mayo, viene una entrevista del novelista Martín Suter al profesor Peter von Matt, ensayista de alto prestigio en lengua alemana.

El tema de la entrevista, trabajada como un soliloquio en el que las preguntas hay que suponerlas, es el dinero. Para variar, me dije, de nuevo el “don”, el que lo puede todo —bueno, casi todo—, el que “cuando falta mata de hambre y cuando sobra corrompe”, como decía D.H. Lawrance.

Suelo dar atención cuando opinan sobre “los pesos” personas que uno las sabe agudas en campos y materias alejados de la banca, las inversiones, las cotizaciones y la política, cuyos representantes, más que vigilar sus circuitos, por lo que se ve, parecen más bien anhelarlo. Me gusta cuando hablan de él los poetas y los escritores —no los pintores ni los cineastas, pues en sus contextos el “vil metal” tiene otra significación—. Digamos que los escritores, cuando les sobra guitos, lo dispendian en beneficio de su obra, de ser posible, del estilo de su obra; o, en el otro extremo, cuando padecen su carencia, se acercan al torbellino humano o la mera soledad con un punto de vista privilegiado, mejor equipados para ver mejor las fachadas —desde luego, a pesar suyo y de su prole.

Nutrida es la lista de los escritores que han opinado de él en todas las épocas: con desidia y distancia cuando de vacas flacas, con precaución extrema y fingida objetividad cuando de gordas, cuando las cosas todas salían bendecidas por Mamón. En la modernidad que nos toca, así mismo, no son pocos los escritores que, gracias a su trabajo —dejo de lado la obra de arte, el marketing y las concesiones que la creación ha hecho al mercado— pueden conseguirlo en grandes cantidades y, además, comentarlo. Pero el tema toco no sólo a ellos: nos incumbe a todos y todos podemos comentarlo; pero es mejor no hacerlo —salvo desde el punto de vista político—, puesto que las distacias que cada uno tiene o tiende con este medio de intercambio de primerísima necesidad, puede provocar susceptibilidades en todos los grupos: los que lo tienen a raudales, sin pena, gloria o esfuerzo; los que lo tienen a raudales con el sudor de sus neuronas, los que parece que lo tienen pero en verdad no; los que finjen no tenerlo y lo sufren; los que sintieron alguna vez su fugaz fragancia y lo persiguen ahora sin dar tregua; los que no lo tienen y sueñan con tenerlo a montones, los que no lo tienen pero soportan su ausencia con dignidad unas veces, otras con resignación; los que agonizan por su falta, los que se envilecen ante su emergencia, los que desesperan por su vaporosidad, los que se cuidan de no tenerlo en demasía...y jamás olvidan que él es sólo eso, un medio.

El profesor von Matt es literatuta en estado puro —no olvidar que la literatura es el extremo opuesto a la pureza—. Por sus venas parecería que corre un temblor de tinta, siglos y sagas templados por un razonamiento sino excepcional siempre atractivo. De esto dan cuenta con suficiencia sus palabras, sus libros. Por ello, cuando se manifiesta hace bien escucharlo.

La entrevista en la que baso este breve resumen tiene un antecedente. Resulta que a inicios de abril, como sucede cada año, se hizo público el ranking de los topmanagers mejor pagados en Suiza en el año 2004. Anoto los datos de los tres primeros (los datos están en francos suizos. El cambio es: 1 U$ cuesta 1.21 Sfr):

1) Oswald Grübel, director general del Credit Suisse: 23 millones
2) Marcel Ospel, director general del UBS: 21,3 millones (1.94 mensual= 1.6 U$)
3) Daniel Vasela, director de Novartis: 20,8 millones


Esta es la primera vez que el nivel de salarios de los topmanagers ha superado “la normalidad”. Este hecho ha sido, es, motivo de discusión no sólo de economistas, sociologos, políticos, itelectuales, amigos, colegas de trabajo sino incluso de las familias en su seno. ¿Es posible ganar tanto? “¡Eso es el colmo!, ganar esos montos es demasiado!”, dicen las voces desde todos los lados. ¿Cuanto es mucho? — No olvidemos que se tratan de salarios, y no de los rendimientos de una inversión.

Entonces, la entrevista al Herr Professor von Matt, dejando de lado unas pocas cosillas que a causa del contexto las obvio, dice lo siguiente:

FILOSOFÍA ADENTRO

“...
¿Cuánto es mucho?

¿Mucho qué cosa?

Ingresos
....
¿Cuántas veces más, a partir de los salarios más bajos de sus empleados, debe pagarse a sí mismo un Topmanager? ¿50 veces más o quinientas?

Difícil de responder

¡Eso no se puede responder de ninguna manera! ¿Cuántos años de trabajo de una cajera vale un año de trabajo de un jefe de consorcio? ¿cien años, doscientos, quinientos?

Así considerado, está claro
......
¿Hay una actividad que cueste diez mil francos suizos la hora?

Quizá...

De manera subjetiva a lo mejor no. ¿Pero de forma objetiva?

Hum...

Tampoco. ¡En una sociedad abierta no existe un concepto objetivo sobre los rendimientos! Ciertamente que puedo decir que Ospel (el Nr. 2 de los tres anotados arriba) gana demasiado, pero ¿en qué me baso para medirlo?

¿En lo que tu ganas?

Eso exactamente es subjetivo. Para objetivarlo tendríamos que saber antés cual sería el monto de utilidades de la UBS sin Ospel. Eso sin embargo no se puede.

¿No se puede?

Es demasiado peligroso. Se tendría que experimentar. La objetivización de los salarios de los managers podría tener devastadoras consecuencias en la economía. Desde luego que a nadie se le ocurre pensar en ello.

Ningún generoso a la vista

Ellos juegan con el fuego

¿Los managers?

Los críticos de los salarios de los managers. ¿Qué pasaría si un día todos los topmangers se hastían y mandan al traste sus responsabilidades?

Eso se lo pueden permitir

Exactamente. Se pagan su última indeminización millonaria y se asientan en sus villas de descanso vacacional. Y ¡san se acabo! la economía mundial se viene al suelo. Entonces, de repente no va más la cosa por allí, que cuántos cientos de años debe trabajar una cajera para compenzar el trabajo de un topmanager. En tales circunstancias, ella podría alegrarse de veras ¡si finalmente logra encontrar un trabajo!

Cierto

Yo lucho más por el llamado derecho al salario de millones de puestos de trabajo que están en juego. Un silencio total al hablar de las pensiones para la vejez.

Las pensiones también

¿Has relexionado alguna vez cuan altas pueden llegar a ser los gravamenes sociales (impuestos) de uno que gana veinte millones al año? ¡Ah, como me saca de casillas esa mirada estrecha del movimiento obrero!

Y en ello está eso, al fín y al cabo, a su favor

¿Sí?

Ellos deberían incluso alegrarse de que haya gente que valora el trabajo a tan alto precio.

FIN


Una explicación final. El Credito suizo y la UBS (Union de bancos suizos) son los dos bancos más grandes de Suiza. El monto de sus capitales los ubica entre los diez más poderosos del planeta. Una quiebra de cualquiera de estos bancos supondría una debacle no sólo de la economía suiza (el estado no podría socorrerlos puesto que sus portafolios revasan con mucho los del estado y su banco central) sino también de los puntos económicos en donde estos bancos operan concentradamente.

Sobre las palabras del profesor von Matt: tengo un manojo de ideas alrededor del dinero que tratan de ser objetivas; sin embargo, no había encontrado hasta ahora una extensión más llamativa a mi afan de comprensión del equilibrio entre el trabajo y los monumentales salarios con que a veces se los premia, ?cuánto es demasiado?

8.5.05

Católicos, luteranos y poetas

1) La católica es una iglesia que administra la fe de sus creyentes. Estos no pueden interpretar la Biblia directamente. La única autorizada a dar una lectura del texto sagrado es la jerarquía eclesiástica. Ella, en conciliábulos, elabora y propone una interpretación que tiene o debe ser acatada por sus feligreses (los conciliábulos se celebran de tiempo en tiempo, para rever los objetivos y fijar las estrategias políticas que deberan asumirse en función de los fines a perseguir, por lo general, dependientes de la personalidad del papa de turno, de su capacidad de tomarle el pulso al mundo, de su alcance de miras —según Hans Küng, del siglo XX quedará para la historia, no Juan Pablo II sino Juan XXIII, el pontífice que gobernó la iglesia católica de 1958 a 1963, cinco años apenas, definitivos en todo caso para cambiar su rumbo y volverla tolerante y misericorde y alejarla de sus simpatías fascistas).

2) Los protestantes luteranos y calvinistas (los otros, los que cometen a secas simonía, los dejo de lado —grupos, sectas, movimientos fanáticos) no tienen una institución intermediaria que destaque y establesca “una interpretación” de la Biblia. Lutero, con muchas razones de por medio, arrebató al Vaticano ese poder interpretativo. Él mismo procuró entonces una traducción no institucional de la vulgata dando así origen al protestantismo y, de paso, a la conformación del corpus lingüístico de la lengua alemana.

3) La reforma de Lutero introduce una nueva dimención en la relación de los fieles y el clero. Los curas dejan de ser entonces los intermediarios en el comercio con Dios y, desprovistos de su posición de poder, pasan a ser ahora, codo a codo, consejeros profesionales cuyos servicios ayudan a comprender mejor el misterio divino (este movimiento condujo a la alfabetización del pueblo alemán; a finales del siglo XVI había una Biblia en cada hogar germano —estaban por tanto mejor dispuestos a saludar a la modernidad que años adelante les saldría al paso).

4) A los franceses, italianos y españoles (los más visibles y cercanos), que no están de acuerdo con las reglas de juego impuestas por la iglesia —anacrónicas, desconsideradas y temibles—, no les queda más que abandonarla, colgar los padrenuestros e irse a las antipodas y declararse ateos. En sus tradiciones de fe no hay otra salida posible: las luces no comulgan con ruedas de molino. Un laico pasa a ser entonces sinónimo de no creyente. Estas culturas desconocen la figura de la persona ilustrada pero a la vez creyente —cuando esta se presenta, como sucede hasta la fecha, se la considera una avis raris.

5) De las tres religiones monoteistas existentes, judaismo, islamismo y cristianismo, es este último el único cuya palabra sagrada reposa sobre alteraciones. La Cábala está escrita en hebreo, la lengua que los israelitas revivieron y practican; entonces, la relación de los fieles con su libro sagrado es la lengua en que éste fue escrito en su origen y que, siglos después, siguen hablando sus fieles. El libro sagrado del islam, el Corán, fue escrito en árabe, la lengua que sus fieles usan para guiarse por los días e invocar sus plegarias. La Biblia es el libro a más lenguas traducido, tantas como son las culturas y tradiciones de los creyentes cristianos. La Biblia fue escrita en hebreo y en griego antiguo, idiomas que recogieron mensajes dictados por apostoles que se expresaron en diferentes lenguas y dialectos semíticos como el arameo, la lengua de Jesus —la primera traducción al latín la hizo San Gerónimo, la vulgata, hacia el siglo IV; de esta versión se desprenden muchas otras hechas a las distintas lenguas—. Entonces, a diferencia de judíos y musulmanes, los cristianos católicos y protestantes son guiados por una palabra que es la interpretación de la interpretación de la interpretación... Sí, de todas formas su contenido no se ha perdido, al menos así lo interpreto y me maravillo.

6) De los poetas y novelistas cuyos libros y más escritos han llamado mi atención, he guardado en la cartuchera algunas de sus opiniones sobre la fe y la iglesia que dan cuenta de su manera de posarse en el universo y considerarlo; las opiniones de filósofos, ideólogos y ensayistas, en este punto, por ser perfectamente racionales, y en las dos direcciones, no cautivaron mi interés —salvo Montaigne, Nietsche y un par de nombres que no me vienen a mientes—. Pero imaginar a Balzac, Sthendal o Tolstoi adentrándose en sus almas, aladas y sensuales como la de Casanova —creyente convencidísimo— suele avivar este interrogante, este diálogo muchas veces puesto en suspenso. Con nombres del pasado siglo se complican las cosas: Graham Greene, el creyente entrañable; Faulkner, o los territorios de la culpa y el deseo, de la muerte que, siendo puntual, no alcanza a cobijar esa fuerza de vida que se desborda y corre sin control, sin Dios y sin ley (y como este autor otros de igual estirpe, que no responden la pregunta pero si tensan al máximo el arco en el que se juega la suerte nuestro piso metafísico).

7) “El chantaje del cielo”; así llamaba Borges a los enunciados propuestos por el cristianismo. “Uno y el universo” es el libro primero que publicó Sábato y donde enfrentó “la cuestión” que tiempo después volvería a retomar en sus libros siguientes. Borges se declararó agnóstico: vivió así y bajo este misterio murió. Sábato bordea los noventa y tantos y —en contradicción a lo expuesto en sus libros— ha vuelto a creer, a aceptar la existencia de un Dios.

8) Alejandro Jodorowsky dixi: ... ." Yo creo que en el futuro los templos seran polivalentes. Existiran catedrales donde se celebren todos los cultos, con libre acceso y compatibilidad absoluta. Posteriormente se eliminaran los nombres de los dioses, que serán entidades anónimas. Si pones un nombre a Dios te estás apropiando de él.
La religión, igual que una constitución, debe ser revisada, porque en la medida que el hombre va mutando, la religión tiene que cambiar. La secta procede con prohibiciones. Aquello que el hombre no conoce lo llama Dios: es una forma de superstición. En la medida en que el cerebro evoluciona, las creencias ciegas y los tabúes se van desmoronando
¿Cómo afecta esto a lo que usted llama salud...?
Tenemos que ser muy concientes de que debajo de cada enfermedad hay una prohibición. Una prohibición que viene de una superstición
Por tanto, no recomienda ninguna Iglesia...
No, pero tampoco esos templos de los maestros zen, ya sean españoles, americanos o mexicanos. Son monigotes que imitan tradiciones, lenguajes y comidas japonesas."

Epilogo: Seguimos en las mismas, a pesar que con Jodorowsky se pone el asunto interesante. Sin embargo una cosa es cierta; como le habrá sucedido a cada uno de ustedes, entre tanto, he tenido la suerte de tratar con gente que ennoblece el término humano: han sido un par de católicos, unos pocos protestantes, agnósticos, ateos, indeterminados felices, con formación unos otros de naturaleza humilde, siempre dispuestos a dialogar; en cada uno de ellos el respeto ha sido su divisa.

He conocido también a una parva de gente bien “hija de su madre”, malosa y oportunista, por lo general intolerantes y necios, creyentes convencidísimos unos —los curuchupas—, otros indiferentes, cerrados a la conversación, a la evidencia de la existencia del otro o, como en el caso de los estudiados —ateos declarados— autoconsiderados popes de la verdad, de su monopolio.

En estas vamos, atravezando por los días, deshojando margaritas y contemplando los paisajes polifacéticos —conversando, cuando ello es posible.

Un abrazo ecuatoriano-mexicano

Por mero equilibrio es necesario contraponer pesos – para no dar un mal paso. Las relaciones diplomáticas de Ecuador y México están rotas de...