25.10.06

Javier Vásconez on line

Doy por sentado que los lectores que leyeron el post anterior se habran tomado su tiempo para volver a los libros de Javier Vásconez o, de no haberlos conocido antes, haberse hecho al menos con uno de sus títulos y puesto en contacto con su escritura y los mundos por los que se mueven los personajes del narrador quiteño.

Si este no ha sido el caso, sé que entre tanto —estoy seguro de ello— habrán visitado la página del autor y repasado la rica información que ella brinda acerca de su vida y su obra.

En el transcurso de este “cruce de preguntas y respuestas escritas” que iniciamos ahora —y durará una semana— iremos abordando los aspectos varios que caracterizan su obra (concentrada en cinco tomos de cuentos y tres novelas en las que, para nombrar al paso uno de sus aspectos, Quito es el escenario por exelencia en el que sus personajes —como el médico checo Josef Kronz de El viajero de Praga— pasean sus vidas, ensimismadas, ricas en subjetividad, sitiadas por ausencias de naturaleza varia —de lugar, tiempo, o un algo imaginario que no se alcanza a distinguir); desde luego que también nos intersa acercarnos a las consideraciones del autor sobre el arte de narrar, así como su singular lectura de otras literaturas y personajes literarios y, como no, de su labor como editor de las obras completas de varios poetas y narradores clásicos ecuatorianos.

Para información de nuestros lectores: el cruce de preguntas, respuestas y anotaciones lo llevamos a cabo en la sección de comentarios.
¡Vamos entonces a a leer los comments!

P.S. 1.

Dos sugerencias de lectura:
Texto de Christopher Domínguez Michel, en la presentación de "Invitados de honor".

Texto de Eduardo Becerra sobre "El retorno de las moscas".



20.10.06

Mesa virtual con Javier Vásconez

Estimados amigos,

Tengo que comunicarles dos noticias:
Una es buena; la otra, buenísima.

La primera: desde el miércoles próximo vamos a cometer en esta ventana un experimento comunicativo cuyos resultados dependerán en gran medida del interés que ustedes muestren por participar en él.

La segunda: este experimento vamos a llevarlo a cabo en compañía de Javier Vásconez, el narrador ecuatoriano al que nos hemos referido ya en veces anteriores.

Les cuento. Desde el miércoles 25 de octubre al miércoles 1 de noviembre, Javier Vásconez, desde Quito, y quien esto escribe, en Zurich, mantendran intermitente una “charla escrita” que ganará mucho en interés si también toman ustedes parte en ella.

Durante esos días nuestro invitado de honor revisará cada mañana, de nueve a diez -en hora ecuatoriana-, el buzón de comentarios de esta página para responder a las preguntas que ustedes, nuestros contertulios virtuales, formulen allí desde el continente y país en el que se encuentren.

Javier Vásconez es quizá el narrador ecuatoriano vivo más destacado dentro y fuera del Ecuador. Su obra literaria está compuesta hasta la fecha de cinco libros de relatos y tres novelas —publicadas las tres por Alfaguara y dos de ellas también en Punto de lectura, las ediciones de bolsillo). Ciudad lejana, su primer libro, un tomo de relatos, se publicó en 1982. El retorno de las moscas, novela, es su libro último, publicado a inicios de 2006.

Para quienes no hayan tenido hasta ahora noticias de Javier Vásconez, dispongo a continuación algunos links con información y comentarios sobre el narrador quiteño.

Un extraño en el puerto, cuento
El Baúl de Lowell, publicado en Letras Libres

La sombra del apostador, comentada por Adolfo Castañón (Letras libres)
El viajero de Quito, cometario de Rafael Conte sobre JV en el País de España

11.10.06

Nuestro hombre en El País

No somos pocos los lectores latinoamericanos que visitamos asiduamente las páginas impresas o virtuales del diario El País de España. Soy uno de sus agradecidos lectores desde hace más de una década (desde antes que las revoluciones propiciadas por la internet cambiaran su aspecto —y el de los medios impresos en general—, sus estructurarse financieras y, bueno, nos lo volvieran asequible para casi todo el mundo, desde cualquier parte del mundo).

Ha cambiado mucho el periódico en la última década. Por ejemplo, desde hace más o menos un lustro no es más "el periódico en sí" que era, ese medio "entero" que nació como tal el 4 de mayo de 1976, impulsado por el afan democrático de un grupo de jóvenes talentosos que no podían imaginar una España deseosa de ponerse a punto con el ritmo de Occidente sin un diario que la confrontará con su realidad de entonces, de sociedad en transición política, de país europeo fuera de la Comunidad Económica Europea.

Empresarialmente, El País no es no es más ese periódico solo de sus inicios; en la actualidad es parte del Grupo Prisa, nombre de una estructura empresarial transnacional que junta a un conglomerado de firmas cuyas actividades se centran en los medios de comunicación y la industria editorial en lengua hispana (y por las acciones que posee de Le Monde, vale decir, también francesa).

Periodísticamente, a pesar de las relaciones endogámicas propiciadas por las fusiones empresariales —recuerdo que en sus mismas páginas, elocuentemente, lo denunciara en su momento Juan Goytisolo— el periódico ha sabido mantener las bases que hicieron de él lo que sigue siendo en la actualidad, el diario más internacional de España, y para Latinoamérica, un punto de vista referencial cuando se trata de mirar con distancia objetiva las realidades políticas, económicas y sociales de los distintos países del continente.

Por el afan informativo, esclarecedor e internacionalista que propicia el diario, no es raro que estemos acostumbrados a leer en sus páginas noticias, crónicas, opiniones o reportajes sobre Latinoamérica o cualquier parte del mundo redactadas, así mismo, por escritores, profesores y periodistas latinoamericanos (son estos en verdad un nutrido grupo). Leo a todos con gusto pero suelo fijarme con interés en los que vienen de mi país, el Ecuador.

Puede que hierre, sin embargo, no será con desproporción si afirmo que los dedos de una mano bastarían para contar a las personas ecuatorianas que escriben en sus páginas.

Bueno, la edición de este día de El País nos trae un artículo de tribuna firmado por Jorge Benavides Solís, arquitecto ecuatoriano, colaborador regular de este diario en su versión internacional o, como es el caso en este día, comunitaria (Andalucía).

A varias personas interesará este artículo sobre protección de centros históricos. Para los ecuatorianos, para los quiteños en especial, es este tema de mucho interés. La ciudad como materia de reflexión es una constante en la producción intelectual de Jorge Benavides Solís; y desde luego, en ella Quito, con su centro histórico, el más grande de Sudamérica —declarado por la Unesco como Patrimonio Cultural de la Humanidad (1978)—, ocupa un lugar especial. Como también lo es Sevilla, la ciudad en lá que reside, y de la que ha escrito una historia de ella.

Buscando datos en la red sobre JBS acabo de descubrir su página electrónica; no está terminada pero podemos leer en ella varios de sus trabajos.

3.10.06

Los libros de Francfort y Kunkel

1 La feria

Empieza este día la Frankfurter Buchmesse, la feria que más atención despierta en el mundo (al menos de esa parte del mundo que rinde culto a los libros y no sólo al Libro). Esta celebración anual tiene en esta versión a la India como país invitado de honor, cuyas diferentes literaturas, tejidas en por lo menos 22 lenguas, seran el centro alrededor del cual se desarrollaran en estos días una parte significativa de los eventos programados. En buena hora por los lectores del mundo, pues de seguro que algunos de sus tantos autores se veran luego de esta cita traducidos a lenguas en las que, hasta hace poco a lo mejor no se tenía notica alguna de ellos.

En el entorno en el que vivo, el rumor de la feria empezó a sentirse ya a finales de septiembre; periódicos, suplementos y semanarios empezarón a recordarnos la importancia de este acontecimiento y, como no, a sugerirnos y descubrirnos los nombres de quienes se hablará en estos días de letras, o para ser más exactos, de letras de cambio.

Así lo ha hecho también el semanario alemán Der Spiegel, que en su edición de ayer 2 de octubre, trae un recuento de la agenda a desplegarse en la feria, de la India y sus autores (una entrevista a Kiran Nagarkar) y, de manera especial, su redacción de cultura presenta a los lectores una lista de quince títulos que, según sus códigos de valoración, serían los más importantes de este otoño en esta plataforma del libro que descubre y catapulta nombres, expande títulos por las lenguas del mundo y matiene viva la llama de una tradición erigida a su alrededor.

Para hacernos una idea de ese panorama cuya visión del mundo en los tiempos que corren, son o seran compartidos por un público lector nutrido, distribuido en múltiples lenguas, copio a continuación sus nombres. Todos —salvo uno alemán— son más o menos conocidos en nuestra lengua:

Christoph Ransmayr, Walter Kempowski, Wiglaf Droste/ Nikolaus Heidelbach/ Vincent Klink, David Foenkinos, Benjamin Kunkel, T.C. Boyle, Shobhaa De, Tahar Ben Jelloun, Rick Moody, Robert Harris, Joan Didion, Ali Smith, John Banville, Elisabeth Noelle-Neumann, Ernst Pöppel.

(La lista de nombres viene acompañada en el semanario a las versiones alemanas de los libros últimos que estos autores presentan en Frankfurt. Algunos de ellos aparecieron en su lengua original, o en otras, ya en 2005 o a inicios de este año. Una constatación: este catálogo está compuesta por cuator autores de lengua alemana, dos de francesa y los nueve restantes de inglesa)

2 Un nombre

No habría podido perderme de sus señas de ninguna manera. Desde hace un par de semanas es difícil no leer comentarios en medios escritos diversos que hablen de él, Benjamin Kunkel, y de su opera prima “Indecisión”, a propósito de la presentación en estos días de las versiones alemana y francesa. Aparecida en los USA en 2005, esta novela constituyó en su medio la sorpresa del año —y no sólo por las ventas realizadas. Calificada por el New York Times como uno de los libros más notables de esa temporada, empezó en poco a ser considerada obra de culto por unos cuantos miles de lectores, mayoritariamente jóvenes newyorkinos, que identifican en sus páginas la voz de una generación que finalmente ha logrado ser interpretada. No parece ser este un fenómeno solamente americano; por lo que he podido leer, la obra ha empezado a despertar similar admiración entre los lectores de estos lares. No sé si esta vez también se reproduce un fénomeno vivido hace poco por sus colegas Jonathan Franzen, Jonathan Safran Foer y Dave Eggers, celebrados en su país con unanimidad, y con unanimidad confirmados en otras tradiciones.

Indecisión, aborda la vida de Dwight Wilmerding, un tipo inteligente y desilucionado de 28 años que va por los días dando tumbos, entre un empleo interesante en una firma farmacéutica, antiguos compañeros de universidad y la realidad que suponemos actual, trenzada por mails, desplazamientos mentales, cinismo moderado, vacíos emocionales y altos rendimientos de trabajo sofisticado. Wilmerling padece de una indecisión crónica que sus compañeros de vivienda suguieren tratar con medicamentos (abulinix). Entre tanto inicia a pensar en en voz alta continuamente, como para tratarse a sí mismo. Es en esta colección de pensamientos sonoros estratéjicamente estructurados donde brilla el lenguaje y la visión que nos propone el novelista. Dos son los referentes geográficos por los que se desliza esta trama: Manhatan y la selva ecuatoriana (hay sin embargo un vistazo breve de Quito).

Kunkel leyó en Zürich el pasado lunes 25 de setiembre. Como anunciaron los periodistas que lo habían entrevistado antes de su lectura, es él un tipo de lo más natural, en la palabra, el trato y el vestido —acá en todo caso no iba disfrazado de naturalidad—. Buen conversador, de respuestas paradógicas y rápidas. Me dio gusto saludarlo y decirle que vengo de la tierra por la que su personaje pasea “su desubicación”. Me dio gusto así mismo, a propósito de su interesantísimo ensayo “Ojos bien abiertos” — un texto sobre el terrorismo en las artes hasta antes del 11 de septiembre de 2001 — acercarle una cita de Stockhausen que desconocía sobre el atentado de las torres gemelas: la mayor obra de arte de Lucifer, el ángel caído que encarna la destrucción.

Algo más: Benjamin Kunkel (1974) es el editor de la revista de crítica y cultura n+1, una revista semestral con un tiraje de cinco mil ejemplares, referencial en la escena intelectual de la costa este, en la que aparecen con regularidad sus ensayos. Kunkel publica regularmente en el New York Times, Dissent, The Nation, The New Yorker Review of Books y el The New Yorker.

P.S.
Una entrevista a Paul Virilio a propósito del atentado contra las torres que podría leerse como un contrapunto complementario al ensayo de Kunkel.



Un abrazo ecuatoriano-mexicano

Por mero equilibrio es necesario contraponer pesos – para no dar un mal paso. Las relaciones diplomáticas de Ecuador y México están rotas de...