17.9.06

Palacio, Icaza, Vattimo, Baudrillard,...

Semana atareada e interesantísima la que vivirá Quito en estos días. Bajo su cielo se llevaran a cabo dos congresos internacionales, uno de literatura, otro de filosofía —o de pensamiento contemporaneo que es como a pesar de la redundancia se nombra mejor a esa disciplina que trabaja con la reflexión sobre las cosas visibles e invisibles que nos rodean.

Los dos eventos se llevaran a cabo en las instalaciones de la Universidad Andina Simón Bolivar.

El congreso de literatura tiene como centro las obras y personalidades de Jorge Icaza y Pablo Palacio, dos escritores ecuatorianos nacidos hace cien años cuyos trabajos, si bien gozan de momento de un reconocimiento académico referencial fuera de sus fronteras, en términos generales son apenas conocidos por los lectores interesados en la escritura latinoamericana.

No fue siempre así esa relación con la literatura ecuatoriana; al menos no con la obra de Jorge Icaza (1906-1978) que en sus mejores momentos, cuando el Indigenismo estaba en alza y el Boon Latinoamericano tejía sus escarpines tras el mostrador, llegó a ser traducida a más de una decena de lenguas (sobre todo Huasipungo, 1934, la novela que es sinónimo de Icaza, o de novela ecuatoriana, fuera de sus fronteras).

Pablo Palacio (1906-1947), su contemporáneo y artísticamente antípoda, no gozó jamás de un reconocimiento parecido al de Icaza. Como con la obra de Kafka, la de este ecuatoriano se despliega en un territorio subjetivo y se mueve según esas exigencias, a paso lento, “pastando abismos” en una noche cualquiera de una ciudad cualquiera del globo. Es su obra la que mejor ha entablado comunicación con los lectores desde hace ya algunas décadas. Esta no es voluminosa y ha sido reeditada varias veces en los últimos años. De lo que tengo entendido, hasta el momento existen dos ediciones de sus obras bastante esclarecedoras: la una, preparada por María del Carmen Fernández —que reedita con regularidad Libresa; la otra, aparecida hace un par de años en España en la colección Archivos de la Unesco, bajo el cuidado de Wilfrido Corral — Vila-Matas, el novelista barcelonés comentó en su día esta edición, agradecido por haber dado con ese “personaje escritor” llamado Palacio, tan en la línea de los de su catálogo marca Bartleby, como el mismo Kafka o Robert Walser.

Pero el tema que despierta la preocupación por la obra de estos escritores, siendo tan rico, deberá aplacar su interés para dar paso a los temas que se hablaran en el simposio de Desarrollo e interculturalidad.

Ha sido habitual desde hace varios lustros que los hacedores de pensamiento, en sus recorridos por Latinoamérica, apenas se dieran la oportunidad —o no se les ofreciese— para detenerse en el país andino. Mucho nos alegra que un grupo de pensadores, entre los que se encuentran Gianni Vattimo y Jean Baudrillard, lleguen a suelo quiteño, respiren su aire, observen, conversen y, como cuando pasó por allí Henry Michaux, se asombren de ver nubes “como perros falderos” de las montañas.

Por sí interesa a alguien materiales de estos pensadores, dispongo unos links con materiales de lectura

Gianni Vattimo:
La voluntad de poder como arte
Arte e identidad: sobre la actualidad de la estética de Nietzsche
La huella de la huella

De Jean Baudrillard:
Simulacro y simulaciones
La ilusión y la desilución estéticas
Duelo


P.S.
Entrevista de Hoy a Gianni Vattimo

11 comentarios:

merdinhas dijo...

Buenos dias. Muchas lecturas.

Desculpa ...às vezes invento a tua língua...

merdinhas dijo...

Conoces las representaciónes de la Virgen grávida?
Gustaria de tener referencias sobre la misma en Espanha.

Victor dijo...

Estimada Merdinhas, con un poco de retraso, te deseo también un buen día. Las lecturas "parecen" muchas pero en verdad no lo son. Al pensador francés y al italiano nos los andamos encontrando desde hace ya varios años -cuando leemos sobre arte, sociedad o medios o cuando los citan otras personas.

Me inquieta tu pregunta, la virgén grávida? quién es, no la conozco. No me había encontrado hasta esta vez con ese nombre ni con representación alguna. Podrías hablarme más de ello?
Que estés bien y hasta pronto.
Van saludos cordiales

merdinhas dijo...

Claro...muchas no quiere dicer demasiadas...estaba lendo 3 libros al mismo tiempo, uno deles lo terminé aier. E claro que me interessan lecturas.
Mas no conosco dos nombres de que hablas, Palacio e Icaza.

Ai o meu espanhol...
espero que entiendas pero si escribo en português creo que es peor para ti, no?
Assi sera um portignol ...

A propósito da virgem grávida
aqui esta

Anónimo dijo...

¡wow! ¡que maravilla! me gustaría estar ahi, que programa tienen. Felicidades.

Por favor cuéntanos qué te parece Vattimmo, a mi me encanta.

Anónimo dijo...

Qué bueno que haya encontado este post sobre el Congreso. Yo no pude asistir por compromisos adquiridos previamente, pero llevo años asistiendo a congresos. En los últimos tiempos me han desilusionado, y aunque pienso que son necesarios me cuestiono qué debe suscitar un congreso. Esto en el sentido colectivo, porque individualmente es un aliciante y un mecanismo para crear nuevas inquietudes. Vamos a los congresos, escuchamos palabras memorables, algunas veces, redescubrimos a un autor y a su obra, y luego qué pasa. Me gustaría que me dieras tu opinión sobre esto para colocar un post en mi página.

Saludos,
María Paulina Briones

Victor dijo...

Merdinhas, muchísimas gracias por alcanzarme los datos y la imagén de la Virgen de la expectación -esperanza, grávida, o sencillamente "o"-. Me deja sonreido su visión y más al suponerle capillas donde se la podría mostrar "al público".
Que estés bien. Van saludos.


Estimada Magda, te alcanzo el programa que tiene previsto en este evento (http://www.uasb.edu.ec/eventos/2006/09/latinidad/programa.html).
Aprecio mucho la obra de Vattimo. Sin embargo no lo he leído como debiera -escribe profusamente. Sus trabajos sobre la posmodernidad, Nietzsche, la interpretación me son memorables. A ver si me doy un tiempo y me lanzo de cabeza en su obra. Que estés bien. Van saludos

Victor dijo...

Estimada María Paulina

Individualmente, congresos de este tipo nos dan, me parece, exactamente lo que uno espera de ellos: novedad (entendida como una corriente de aire fresco), quizá una sorpresa, algo de halago a ese yo íntimo que supone identificar el rumbo de las aguas y los estancamientos, o el yo que empieza hacerse de una manera de mirar; nos permiten así mismo admirar o sepultar admiraciones, perturbarnos para bien o desencantarnos irremediablemente (también positivo). Socialmente, creo que ello otorga una sombra de distinción y a lo mejor de ubicación, nos permite, creo, sentar mojones en el calendario y poner a rodar en la atmósfera nombres y temas que quizá dicen algo o mucho, o nada si la caja de repercusión (sociedad) en que estos encuentros se desarrollan está mal afinada. De todas formas, sea cual fuere el resultado, por un lapso ponen en el centro a las palabras y dejan que se hable de ellas. Puro espectáculo ciertamente (Guy Debord), pero ni modo; sin estas prácticas las cosas no se mueven; sin ellas, a los pocos o muchos que nos interesa la realidad y la irrealidad del mundo, sus representaciones mentales e imaginarias, tendríamos apenas posibilidad alguna de medirle el pulso, de vernos en su espejo cotidiano.

Ciertamente que desde hace un tiempo muchos eventos de esta naturaleza (que forman parte de una cadena de producción), de factura correcta, bien difundidos, comentados y puestos en escena muy profesionalmente, nos dejan sin embargo un mal sabor, la sensación de que nos han dado gato por liebre. Sí es que nos imaginamos al inicio mucho más, la percepción es correcta, lo que ello ofrece a nuestra voluntad de conocimiento es parco, y, para las necesidades del mundo, quijotesco. No creo que haya que esperar en la inmediatez nada trascendente de estos actos. Si son de calidad, con expositores como los que ahora mismo transitan por los pasillos de Universidad Andina, dejaran una semilla en la memoria, tensaran inquietudes, reformularan los temas de conversación, a lo mejor las rutas de investigación (de todas formas lo esencial de este hecho social se resuelve individualmente, con algo de paciencia, en un tiempo aparte muy personal y necesario -el de la lectura- para acercarse a los edificios teóricos o las sagas imaginarias que nos proponen). Si estos eventos no son lo que parecen, ni modo, nos conformamos y quedamos a gusto con la conversación de los amigos que volvemos a encontrar en esos pasillos o descubrimos a la hora de los cockteles.

Van mis cordiales saludos, que estés bien y hasta pronto

Anónimo dijo...

Gracias por la página del programa, Victor.

merdinhas dijo...

Poco a poco. Enlace a enlace.

El chulla Romero y Flores (fragmento)
Huasipungo (fragmento)


Gostei . Vou tentar ler mais.

merdinhas dijo...

Buenas noches.

Esperava ver um post novo mas realmente este tem "pano para mangas".

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Diario El Universo nos recuerda que el 7 de agosto celebramos el día del cine ecuatoriano. La razón: han trancurrido cien años desde que un ...